Cuando nuestros hijos alcanzan
los 3 o 4 años y comienzan a demandarnos una mascota, a menudo nos preguntamos
si realmente podría ser beneficiosa para ellos. Cada caso es distinto y depende
de la situación en la que se encuentre la familia, pero tener un animal en casa
supone para niños y niñas sentirse más maduros y responsables. Incluso hay
estudios que demuestran que diferentes enfermedades y síntomas infantiles
pueden ser tratados más eficazmente si contamos con la ayuda de animales.
Estos son algunos de los beneficios que una mascota puede aportar a
nuestros hijos:
Ayudan a fomentar la madurez de los
más pequeños: aproximadamente a partir del cuarto año de edad, los niños ya
están preparados para empezar a adquirir responsabilidades y tener un animal en
casa del que necesiten, en parte, hacerse responsables (nunca olvidemos que el
cuidado de un ser vivo debe siempre recaer en manos de un adulto) será un apoyo
fundamental para que entiendan lo que significa cumplir con sus obligaciones
para evitar que nuestra mascota pase hambre, frío o enferme.
Los niños y niñas que crecen
junto a animales se vuelven más empáticos y sociables ya que tienen siempre un
compañero con el que se sienten acompañados. En el caso de niños miedosos, es
fundamental el apoyo que su mascota les proporciona en las situaciones en las
que se sienten más vulnerables, como en las horas nocturnas, ya que su compañía
en la habitación puede ayudarles a conciliar el sueño y vencer sus temores.
Otro factor a tener en cuenta es
que, con una mascota, nuestros hijos serán más activos y pasarán menos tiempo
realizando actividades sedentarias: jugarán con sus mascotas y, en el caso de
los perros, siempre tendrán una excusa para salir de casa con nosotros.
Algunas familias temen que el
hecho de que sus pequeños crezcan con animales pueda provocarles alergias, pero
este es un pensamiento erróneo ya que un estudio de la Universidad de Alberta,
en Canadá, ha demostrado que los bebés que crecen con ellos desarrollan menos
alergias. Incluso en el caso de que nuestros hijos sean alérgicos al pelo
animal, podemos adoptar tortugas o peces.
Cosas a tener en cuenta antes de adoptar una mascota:
Antes de que optemos por hacernos
con un animal, es muy importante que pensemos que será una responsabilidad de
todos, y especialmente de los adultos, por tanto no podemos tomar la decisión
sin que todos los miembros de nuestra familia estén de acuerdo.
También debemos pensar qué
haremos con nuestra mascota durante las vacaciones: si no tenemos un familiar
que se pueda hacer cargo hay que buscar otras opciones, pero abandonarlo nunca
puede ser una de ellas.
El tema económico es asimismo un
factor importante: los animales comen, requieren de unos cuidados específicos y
en ocasiones enferman, por eso hay que elegir la mascota que mejor se adapta a
nuestra situación.
Las mejores mascotas para los niños:
Está demostrado que gatos y
perros son los animales que mejor congenian con los seres humanos y, por tanto,
son las mejores opciones a la hora de elegir mascotas. En el caso de los
perros, hay que tener en cuenta que hay razas más sociables que otras: los
perros grandes, especialmente las perras, son más pacientes que los pequeños.
En cuanto a los gatos, cada animal tiene su carácter, por eso es bueno no
adoptarlos demasiado pequeños y dejarnos aconsejar por el personal del refugio
o la casa de acogida, ellos conocen a sus animales y sabrán decirnos cuál es el
que mejor congenia con niños.
Los conejos también son buenos compañeros
para nuestros hijos ya que son muy sociables y cariñosos, aunque debemos tener
cuidado porque son muy frágiles y delicados y suelen necesitar visitas
frecuentes al veterinario. Otra opción es la de tener un hámster, una tortuga o
peces, ya que viven en su propio espacio y necesitan menos cuidados que los
anteriores.
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